Pastel de chocolate y piña

Ingredientes para un molde de 25 centímetros

• 4 huevos, 75 gr. de chocolate para fundir, 75 gr. de azúcar, 25 gr. de mantequilla sin sal, 4 rodajas de piña en almíbar y, opcionalmente, sirope de chocolate, cacao en polvo y azúcar glas.

Cómo hacer un pastel de chocolate y piña

Preparar el pastel de chocolate y piña es sencillo, no se necesita ninguna habilidad especial, aunque a ratos puede resultar algo liante, así que es importante seguir los pasos al pie de la letra para no equivocarnos, que ya sabéis que en la repostería el éxito está en los detalles.

Lo primero es engrasar bien el molde con un poco de mantequilla, después escurrimos las rodajas de piña en almíbar de su jugo, las distribuimos en la base del molde y reservamos. Por otro lado,fundimos el chocolate junto con los 25 gramos de mantequilla hasta formar una crema homogénea, podemos hacerlo al microondas (en tandas cortas) o al baño María.

Ahora cogemos los huevos y separamos las yemas de las claras. Vamos a necesitar dos yemas y cuatro claras, así que deberemos retirar dos de las yemas. En un cuenco, batimos enérgicamente las yemas con los 75 gr. de azúcar hasta formar una masa compacta, añadimos también el chocolate fundido y removemos bien.

En otro cuenco, batimos las claras hasta que estén casi a punto de nieve, es decir que podemos parar cuando ya empieza a parecer que está, que ha cogido volumen, pero en realidad aún le queda mucho como para darle la vuelta al cuenco y que no se caiga. Después, incorporamos lentamente las claras a la masa, removiendo bien hasta que tenemos una homogénea y manejable.

Por último, vertemos la masa en el molde y horneamos durante 45 minutos con el horno precalentado a 180ºC o hasta que introduzcamos un palillo y salga limpio. Desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar un poco.

Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Fácil

Degustación

El pastel de chocolate y piña es una perfecta receta de Navidad que se puede servir tanto fría como templada. Podemos decorarla con cacao en polvo, azúcar glas, sirope de chocolate e incluso nata montada, que para algo es un día especial. Es sabrosa y ligera, así que nadie renunciará a un trozo aunque os hayáis comido un pavo entero.